En esta época del año son muchos los ciudadanos que degustan de la tuna o chonosle, una pequeña fruta que es muy deliciosa.

Quienes la recolectan salen muy temprano de sus hogares rumbo al monte y con un chicol la van cortando. Mucho del fruto en ocasiones ya es comido por las aves  y quienes lo recolectan y venden el fruto terminan muy cansados.

El producto es comprado en diferentes negocios o domicilios particulares para ser preparado en agua fresca, nieve o paletas ya que tiene un sabor especial y por eso es muy buscado.

Agradecemos a quienes nos invitaron a sus domicilios y nos regalaron un exquisito vaso lleno de agua de chonosle. La verdad el sabor de esta fruta acompañada con hielos es un manjar de los dioses.

Algunos pobladores informaron, “aquí en Cuicatlán somos privilegiados, tenemos gran variedad de frutas, flora y fauna que ya quisieran tener en otros lugares. 

Desafortunadamente no se ha buscado la manera de proteger con lo que contamos y este es un llamado a tiempo para las autoridades municipales, estatales y federales para emprender una campaña y explicar a los ciudadanos locales y visitantes el aprovechar los diversos productos con medida para evitar su desaparición; y es que el cambio climático está dañando seriamente todo el ecosistema. 

Están cordialmente invitados para que acudan a esta tierra del canto y degusten de una paleta, nieve o agua fresca de tuna o chonosle”.

 

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